Instrucciones para el cuidado de las alfombras tibetanas
Eliminación inicial de pelusa:
Si nota una ligera pérdida de pelo durante el primer uso, ¡no se preocupe! No se trata de una pérdida de pelo real, sino de pequeñas pelusas de la alfombra de lana, causadas por el proceso de tallado a mano. Puede eliminarlas fácilmente con una aspiradora o un paño húmedo.
Mantenimiento semanal:
Nuestras alfombras resisten la humedad de forma natural, evitan resbalones y reducen la estática, el ruido y las manchas. Aspirarla una vez a la semana mantiene su alfombra limpia. Si su alfombra tiene flecos, dóblelos debajo al aspirar para evitar daños. Como alternativa, cuelgue la alfombra y dé golpecitos suaves por ambos lados con una herramienta para eliminar el polvo.
Consejos para aspirar:
Al aspirar, pase la aspiradora dos veces por cada lado: primero a contrapelo para retirar la suciedad y luego a través del mismo para restaurar su dirección original y evitar diferencias de color. Limpieza localizada: Evite usar lejía o productos químicos agresivos. En caso de derrames, seque rápidamente el líquido con una toalla de papel. Luego, frote suavemente la mancha con un paño húmedo y un poco de quitamanchas. Para eliminar las migas, sacuda la alfombra suavemente y retire los residuos restantes con un cepillo suave.
Limpieza profesional:
Recomendamos una limpieza profunda profesional cada 1 o 2 años para prolongar la vida útil de la alfombra. Las alfombras pequeñas se pueden lavar a mano con un limpiador suave para lana. Déjelas secar al aire en un lugar fresco. Para obtener los mejores resultados, considere una limpieza profesional anual.
Una alfombra bien cuidada dura toda la vida:
Un cuidado adecuado garantiza que su alfombra se mantenga hermosa durante años. En las familias tibetanas, estas alfombras suelen transmitirse de generación en generación.
